Cómo enseñar la llamada perfecta (incluso cuando hay distracciones)
8/4/20252 min read
Fase 1: Establecer una conexión sólida
La base de una buena comunicación con tu perro comienza con establecer un vínculo fuerte. Esto se logra a través de la interacción diaria, el juego y el refuerzo positivo. Dedica tiempo para conocer a tu mascota; su comportamiento y sus preferencias. Un perro que confía en ti estará más propenso a responder a tus llamadas, incluso en momentos de distracción.
Fase 2: Introducir la orden de llamada
Una vez que hayas establecido ese vínculo, es momento de enseñarle la llamada. Selecciona una palabra específica o un sonido que utilizarás cada vez que quieras que tu perro venga a ti. Por ejemplo, podrías usar la palabra “ven” o incluso un silbido. Utiliza siempre esta misma orden y acompáñala con entusiasmo. Cuando tu perro se acerque, recompénsalo con una golosina o caricia. Esto refuerza la acción que deseas que repita.
Fase 3: Avanzar con distracciones
A medida que tu perro comienza a responder a la llamada en un entorno tranquilo, introduce distracciones gradualmente. Comienza en un lugar con leves ruidos, como el ruido de la televisión, antes de pasar a áreas más concurridas como un parque. Al enfrentarte a desafíos mayores, itera la misma técnica: llama a tu perro, utiliza la palabra elegida y recompénsale cuando acuda. La paciencia es clave en esta fase, ya que las distracciones pueden desviar su atención.
Errores comunes a evitar
Es común recaer en ciertos errores durante el entrenamiento. Uno de los más frecuentes es llamar a tu perro para cosas que no le agradan, como un baño o ir al veterinario. Esto puede hacer que asocie la llamada con experiencias negativas. Siempre que utilices la orden de llamada, asegúrate de que sea para algo positivo y motivador. Además, evita regañar a tu perro si no responde; esto creará miedo y confusión, lo que deteriorará la confianza entre ambos.
La importancia de la repetición y la paciencia
La clave para que tu perro responda a la llamada, incluso en situaciones difíciles, es la repetición constante y la paciencia. Practica el ejercicio de llamada regularmente en diferentes situaciones y mantén las sesiones cortas para evitar el aburrimiento. Con el tiempo, tu perro asociará venir cuando lo llamas con algo placentero y valioso, no solo contigo, sino también con el entorno que le rodea.
Con dedicación y práctica, tu perro puede venir siempre que lo llames, incluso con otros perros delante. Esta habilidad no solo mejora la relación entre tú y tu mascota, sino que también es vital para su seguridad. ¡Nosotros te enseñamos cómo conseguirlo!